MÁLAGA, ESPAÑA: ROSCOS FRITOS DE NARANJA
En mis recuerdos siempre he tenido muy presente en esta época del año a mi abuela Dolores , primero porque por desgracia ella murió un Sábado Santo y segundo por una tradición que siempre ha existido en mi pueblo y que ahora prohíbe Sanidad. Esta tradición consistía en reunirse las mujeres de la familia, abuelas, tías, madres, hijas, sobrinas, nietas ... y acercarse a uno de los hornos de las panaderías del pueblo a fabricar los " regalos ": magdalenas, brazos de gitano, ochíos , galletas ... eran momentos únicos para reír, compartir chismes e historias, unían de manera maravillosa lazos entre los miembros de la familia y de las otras familias allí presentes también, era fácil que en el horno hubiese 30 o 40 personas amasando, batiendo, cascando huevos , una pena que ahora ya no esté permitido porque era muy bonito, y uno de los más bellos recuerdos de mi abuela.
Cómo hay que buscar opciones para que no se pierda del todo esta manera de pasar un rato en familia, hemos quedado mis hermanas, mis padres y una de mis mejores amigas desde hace más de veinte años a preparar ricos dulces que luego hemos repartido , entre otras cosas, porque los dulces son una delicia peeeeero qué bomba calórica , madre mía. Entre estos dulces que hemos hecho hoy están estos ricos roscos de naranja fritos que yo tuve la suerte de aprender de la mano de Andrés, de El Amasadero, en la escuela de Pepekitchen , de dulces tradicionales malagueños, otro día le tocará el turno a los bollos de aceite .
Estos roscos son una delicia, se bañan en un almíbar ligero y luego en azúcar, y , aunque el almíbar es opcional, yo os lo recomiendo pues duran así tiernos más días . Espero que os gusten.
Fotos y redacción: Carmela
Fuente: Curso dulces tradicionales ( El Amasadero y Pepekitchen )
ROSCOS FRITOS DE NARANJA
INGREDIENTES ( Para muuuuuuuuchos roscos tamaño bocado o dos bocados a lo más):
Roscos:
- 2 huevos más 1 yema, he usado huevos tamaño L
- 280 gramos de azúcar
- 280 gramos de zumo de naranja natural, colado
- 280 gramos de aceite de oliva suave, he usado el de aceituna arbequina
- La ralladura de 2 naranjas
- 16 gramos de levadura química tipo Royal más 1 cucharadita de bicarbonato
- 1100 gramos de harina de repostería más harina extra para el formado de los roscos si hiciese falta, mi masa no ha necesitado nada se trabajaba muy bien
Almíbar:
- 400 ml de agua
- La piel de un limón y una naranja sin nada de parte blanca
- 2 cucharaditas de anís verde o matalahúga
- 2 cucharadas soperas de azúcar
Además:
- Aceite de oliva para freír los roscos
- Azúcar para rebozar los roscos
PREPARACIÓN:
Primero la masa de los roscos que tiene que reposar:
1) Pesar todos los ingredientes, en un bol amplio poner la harina tamizada, la levadura y el bicarbonato. Agregar la ralladura de las naranjas, mezclar.
2) En otro bol, poner el azúcar con los huevos y la yema y batir hasta que blanqueen y quede una emulsión fina. Añadir el zumo de naranja y el aceite de oliva en hilo, batir hasta integrar bien todo.
3) Abrir un volcán en el bol con la harina en el centro de ésta, verter la mezcla de los huevos, amasar primero con una cuchara de madera y después con las manos. OJO , no amasar en exceso para que la masa no se vuelva elástica, no se trata de hacer un pan.
Tapar la masa con film pero que éste toque directamente la masa para que no se forme costra ni se reseque. Dejar reposar 30 minutos - una hora, yo lo he dejado 45 minutos.
Formar los roscos de unos 30 gramos aproximadamente cada uno, mi masa se dejaba trabajar muy bien, por lo que se hacían bolitas y después con el dedo se formaba el agujero de en medio. Poner en una bandeja forrada con papel de horno.
4) Preparar el almíbar cuando falten unos 10 minutos para que acabe el tiempo de reposo para que esté caliente pero no en exceso y rompa los roscos.
Poner en un cazo el agua, las pieles del limón y la naranja y la matalahúga. Infusionar unos minutos y al retirar del fuego , añadir el azúcar . Colar y reservar.
5) En una sartén honda, poner abundante aceite de oliva , llevar a fuego medio fuerte, que esté caliente pero sin que llegue a humear. Freír los roscos de pocos en pocos para que se hagan bien por ambos lados, con el aceite caliente se hacen en nada. Retirar a una bandeja forrada con papel absorbente, ir pasando cada rosco por el almíbar aún caliente, escurrir un poco e inmediatamente por azúcar.
El azúcar llega un momento que se satura del líquido del almíbar, cuando veamos que los roscos no se quedan con esa capa de azúcar, echar azúcar nueva para que se queden perfectos.
Dejar enfriar y ya podemos servirlos, aquí con un chupito de leche merengada, igual de ricos con una copa de vino dulce, de chocolate a la taza, etc.... imaginación al poder.
A disfrutar !!!!